jueves, 19 de noviembre de 2009

Memoria

Experiencia
Lo que hicimos fue contraponer dos experiencias similares, pero diferentes en cuanto a su resultado o fin.

Una de ellas es la de verificar el grado de fanatismo o “adicción” por conectarse a Internet. Para esto montamos una puesta, señalizada, donde se ofrecía una supuesta zona Wi-fi gratuita.
Esperando la reacción de la gente ante esto, notamos que unos pocos se acercaron a verificar el servicio, la mayoría miraba pero seguía caminando, y otros pasaban de largo.

La segunda experiencia, se basó en algo más íntimo en cuanto a su objetivo final. Lo que hicimos fue colocar en las paradas de colectivos, un cartel donde una nueva compañía de telefonía móvil se promocionaba, dando premios, por hacerse amigo de ella en el Facebook (éste poseía unas pestañas para que las personas arranquen y se lleven)



Observamos que si bien no fue demasiada la gente que se “engancho”, la reacción fue diferente, ya que el cartel estaba ubicado en un lugar de espera (no hay mucho más para hacer allí que esperar el colectivo y leer los carteles y publicidades de alrededor), por lo que supusimos que una propuesta como la nuestra, haría que la gente se sienta menos expuesta a la mirada sostenida de los demás (era solo leer el cartel y retirar rápidamente y con disimulo si se quiere, una de las pestañitas, y que el resto se resuelva desde la privacidad, haciéndose amigo del Facebook)



Conclusiones luego de la experiencia
Luego de estas experiencias, y de interiorizarnos también en el tema de la “adicción a Internet”, comprobamos y sacamos la conclusión de que, en primer lugar, la gente ya casi no responde a este tipo de estímulos (visuales), ya que la vía pública esta tan saturada de información, que no sorprende ni llama demasiado la atención ninguna en particular; En segundo lugar, nos dimos cuenta de que el acceso a Internet se encuentra cada vez más masificado y fácil de conseguir, con tantas redes dando vueltas, por lo que una más no representa una novedad.

Consideramos que la adicción que puede generar Internet (u otro de los tantos nuevos medios, como el uso del celular) pasa más por el lado privado de cada persona, es decir por el uso en un contexto menos visible ante los ojos de los demás, ya que muy pocos quieren exponerse en la vía pública, ya sea por una cuestión de seguridad (por la cantidad de robos y situaciones peligrosas con las que convivimos hoy en día), como por el temor de hacer el “ridículo” y hacer visible el fanatismo por Internet, -nadie aceptaría reconocerse ante los demás como un “Adicto a Internet” o a cualquier otro nuevo medio-.



Puesta en escena y montaje
El lugar escogido para realizar el video fue Plaza Francia un domingo por la tarde. La cantidad de personas que recorrían la misma observando intermitentemente las propuestas de artesanos, vendedores ambulantes, etc. era ideal para desplegar allí nuestro proyecto.

El video fue grabado a dos cámaras (diferenciándolas con el color de las tomas, siendo una en blanco y negro, y la otra en color) escondidas a distancias considerables de la gente que caminaba por el lugar. Esto aportó mayor dinamismo al video y enriqueció la edición (montaje)
La velocidad de las tomas y los ángulos elegidos están íntimamente ligados a la inmediatez con la que los medios masivos de comunicación van transitando por nuestras vidas minuto a minuto.

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